Técnicas de subrayado que realmente funcionan

(y las que no)

2/6/20252 min read

purple yellow and pink plastic toy
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Subrayar parece fácil. Se desliza el rotulador y, con un gesto, se marca lo importante. Pero una cosa es pintar, y otra muy distinta es subrayar con sentido. La mayoría lo hace sin pensarlo: líneas por costumbre, colores por impulso y páginas que acaban pareciendo banderas de festivales. Luego viene el problema: a la hora de repasar, nada destaca realmente.

Subrayar bien puede marcar la diferencia entre recordar y olvidar. Y sí, hay técnicas que funcionan… y otras que solo decoran los apuntes.

Antes de subrayar: primero entiende

Este es el paso que más se salta, y también el más importante. Subrayar mientras se lee por primera vez es como resaltar frases al azar. No tiene sentido.

Recomendación básica:
– Lee el texto completo antes.
– Asegúrate de entenderlo.
– Luego, vuelve a él y subraya con criterio.

Pensar antes de marcar es lo que separa al estudiante eficaz del que solo tiene el estuche lleno.

¿Qué subrayar? Lo esencial, no lo evidente

No todo lo que suena importante lo es. Y no todo lo que parece obvio puede omitirse. Subrayar bien implica saber qué merece ser recordado: definiciones clave, datos concretos, ideas principales, relaciones causa-efecto.

Consejo práctico:
– Si todo está subrayado, nada lo está.
– Limita el subrayado a un 30% del texto.
– Pregúntate: ¿esto me ayuda a recordar el concepto completo? Si no, probablemente sobre.

Los colores: aliados si se usan con lógica

El subrayado multicolor puede ser útil… o puede parecer el cuaderno de un niño con acceso libre a una papelería.

Usos efectivos del color:
– Un color para conceptos clave.
– Otro para fechas, cifras o nombres propios.
– Un tercero para ejemplos o casos específicos.

Más de tres colores suele ser ruido visual. Menos, organización.

Subrayado lineal vs. subrayado estructurado

Hay dos formas de subrayar. La más común: seguir la línea del texto como quien ilumina una frase. La más útil: organizar visualmente lo que se subraya.

Técnicas recomendadas:
– Combinar subrayado con llaves o corchetes para agrupar ideas.
– Añadir anotaciones al margen con palabras clave.
– Usar símbolos: para causas, para ideas que se repiten, para lo imprescindible.

No se trata solo de marcar, sino de dejar pistas para el repaso.

¿Qué técnicas no funcionan (aunque parezca que sí)?
  1. Subrayar sin leer
    Marca frases que quizá no aportan nada. Luego hay que volver a empezar.

  2. Subrayar todo el párrafo
    Si no puedes reducirlo a una línea clave, tal vez no has entendido bien.

  3. Subrayar por estética
    No estás diseñando un cartel. El subrayado debe servirte, no impresionar.

  4. Usar un solo color para todo
    El ojo se pierde. La jerarquía visual desaparece.

Finalmente recuerda que subrayar no es un trámite. Es una técnica de estudio. Bien usada, ayuda a seleccionar lo esencial, a estructurar ideas y a preparar repasos rápidos y eficaces. Mal usada, solo desgasta rotuladores.

La próxima vez que abras los apuntes, piensa esto: ¿estás leyendo para subrayar, o subrayando para entender?